La Guerra Santa contra las drogas
Timothy Leary Seria interesante especular por que Amèrica es el único lugar en el mundo donde la auto-medicación a sido decretada "Enemigo público número uno." Desde el 1776 los Estados Unidos han estado involucrados en una competencia moral. Por un lado, Amèrica se ve a ella misma como la guardian e inventora de la libertad individual, tolerancia, pluralidad secular, diversidad ètnica, idiosincracia cultural, inventiva científica, libre empresa y pensamiento individual. Gran parte de nuestra literatura y mitología nos ha enseñado que es el deber sagrado de un patriota Americano el mantener cierta falta de respeto a la autoridad y resistir todo atento de parte de oficiales políticos o religiosos de meterse en sus vidas o imponer conformidad religiosa o cultural. La America mítica es buena en su naturaleza, individualista y creativa: pendenciero Ben Franklin; revelde David Thoreau; intrèpido, elegante Margaret Fuller; irreverente Mark Twain. A la misma vez, desde el principio a existido un lado Calvinista, severo y moralista de la cultura americana que es antitètica a la "sociedad liberal" descrita antes. Al igual que los fundamentalistas Islámicos, los Americanos puritanos piensan que la gente esta dividida en dos partes: los Selectos y los Maldecidos, los elegidos y los satánicos pecadores. Atraves de la historia esta visión a causado gran cantidad de crusadas, cacería de brujas y Guerras Santas. La retórica de la Guerra Santa, especialmente cuando viene de autoridades políticas y gubernamentales , es la droga más peligrosa de todas. Esta despierta el miedo. Esta aparta a las personas de su sentido común y autoconfianza. Recièntemente, esta visión a despertado la guerra contra las drogas creando una atmósfera social que es violentamente impaciente con hedonistas de todo tipo. La guerra contra las drogas es la quintaescencia de la actuación moralista americana. En ellas vemos claramente la distinción entre el bien y el mal; pecadores insidiosos y santos furiosos; gangas criminales y la inocente y victimizada mayoría. Y nos predican este escenario con imágenes simples en nuestros diarios y televisores. La guerra contra las drogas es motivada por el hecho de que en este momento histórico, cuando el liberalismo Americano y la libre empresa han "ganado" la Guerra Fria nuestros políticos sufren de una carencia de enemigos. Encarados con el problema real de la desntegración urbana, baja competitiva global y deterioro del sistema educativo, el gobierno a decidido concentrar sus energías hacia los 60 millones de Americanos que usan drogas psicoactivas ilegales. |