MANTENGO PARA LAS CORPORACIONES

Carmelo Ruiz Marrero / diciembre de 1998

 

En el mundo de juguete que nos pintan los ideólogos y seudointelectuales neoliberales, las empresas exitosas son las que ofrecen los mejores servicios a los más bajos precios. La ganancia es, por lo tanto, vista como el bien merecido fruto producto de arduo trabajo. El sector privado es el que produce la riqueza y el sector estatal el que la consume mediante impuestos, nos dicen ellos.

Según esta ideología, los impuestos son malos porque se usan para darle alivio económico a los pobres y eso les quita la motivación para salir de la pobreza mediante sus propios esfuerzos.

Pero, ¿Es esa la realidad? En el caso de Estados Unidos, país presentado como El Dorado por aquellos que promulgan el neoliberalismo, la privatización, la libre empresa y todas esas cosas, son las grandes corporaciones las que viven de mantengo del gobierno.  

Según una investigación de la revista Time, el gobierno federal otorga $125 mil millones al año en mantengo para las corporaciones. No se puede decir que los beneficiarios estén pasando por tiempos difíciles que justifiquen ayuditas del gobierno.   

Tomemos como ejemplo el pueblo de Evansville, en el estado de Arkansas. Las 200 familias que ahí habitan no tienen agua potable porque el acuífero que tienen debajo está severamente contaminado. Los ciudadanos le pidieron al estado un préstamo de $750,000 para instalar un sistema nuevo de agua, pero el estado dijo que la cosa estaba mala y que no tenía dinero para eso.

No muy lejos de Evansville está Jonesboro, donde sí hay agua potable. El pueblo tiene una moderna planta de tratamiento de aguas negras que fue construida como parte de un programa de incentivos del estado para que la compañía Frito Lay, subsidiaria de PepsiCo, pusiera ahí una fábrica. El programa de incentivos estatal costó a los contribuyentes sobre $10 millones, y eso no incluye los $104.7 millones en bonos emitidos por Jonesboro para financiar la fábrica. Se calcula que este subsidio equivale a $61,000 por cada empleo creado en la fábrica.  

Mientras tanto, los residentes de Evansville siguen sin agua.  

¿Hay algún apuro económico que justifique este tratamiento especial para Frito Lay? No puede ser, ya que PepsiCo vendió 20 mil 900 millones de dólares de mercancía en 1997.

* La escuela pública del pueblo de Vance, en Alabama, está tan empobrecida que las clases se dan en camiones tipo "trailer". Pero justo al lado tienen una fábrica de Mercedes-Benz que recibió nada menos que $253 millones en welfare del gobierno estatal.  

* El condado de Sandoval en Nuevo México emitió $10 mil millones en bonos entre 1993 y 1995 para atraer inversiones de la firma Intel. Según Time, es la emisión de bonos más grande en la historia por parte de un gobierno local ¿Tiene dificultades económicas la Intel? Sus ingresos subieron de 1991 a 1997 en un 1097%, sin embargo en el mismo período sus impuestos estatales bajaron de 8.6% a 4.8%.  

* Microsoft, compañía cuyos ejecutivos no son ningunos muertos de hambre, cabildeó exitosamente el año pasado por una reducción de impuestos que le costará a los contribuyentes $1,700 millones en los próximos diez años.

* A veces este mantengo ni siquiera produce empleos. En 1996 el estado de Nueva York otorgó $16.9 millones a General Motors en incentivos y ayudas económicas para que no cerraran una fábrica. Esa planta tiene hoy menos trabajadores que en 1996. Se calcula que la compañía recibió $99,000 en mantengo por cada empleo que eliminó. GM, de hecho, despidió a más de 70,000 de sus empleados entre 1993 y 1996.  

¿Es GM pobre? En 1995 tuvo ingresos de $168 mil millones, equivalente a los salarios anuales de 19 millones de trabajadores haciendo el salario mínimo de entonces.  

Mantengo para los exportadores  

Una manera perfectamente legal que usan las grandes corporaciones estadounidenses para evadir impuestos es abrir lo que llaman un foreign sales corporation (FSC). En estas corporaciones postizas, ubicadas en países como Jamaica y Barbados y en posesiones coloniales como las Islas Vírgenes, se realiza el papeleo de las exportaciones.

Se ahorran así un 15% en impuestos. En lo que va de esta década, esta jugada le ha costado a los contribuyentes americanos $10 mil millones,o sea $1,700 millones al año.  

La mayor parte de los beneficios de las FSC van a menos de 50 corporaciones, que incluyen a Allied Signal, Boeing, Caterpillar y Motorola. Las cuatro juntas evadieron $600 millones en impuestos federales en los últimos tres años.

Y éstas FSC, ¿Son por lo menos una fuente de empleo donde están ubicadas? Después de todo, en Islas Vírgenes hay una por cada 28 residentes. Según Time, en las Islas Vírgenes todas las FSC juntas como máximo emplean a 50 personas.  

El Banco Export-Import, agencia del gobierno de Estados Unidos financió exportaciones de compañías americanas con $51 mil millones en lo que va de esta década. Cinco corporaciones, AT&T, Bechtel, Boeing, General Electric y McDonnell Douglas (ahora subsidiaria de Boeing), reciben 40% de estas ayudas. De los $51 mil millones, Boeing se llevó una tajada de $11 mil millones. 

Los exportadores también reciben mantengo del Tío Sam mediante la Overseas Private Investment Corporation (OPIC). Por cada dólar que invierta usted en negocios en el extranjero, OPIC pone dos. Si el negocio acaba mal, usted no tiene que pagar nada.  

¿ Se justicia esto?

¿Realmente es necesario el mantengo corporativo? ¿Se benefician todos los ciudadanos de la "Gran Democracia Americana" por igual?

Consideremos los siguientes datos:  

* En lo que va de esta década, las ganancias de las corporaciones estadounidenses van por los $4.5 millardos (millardos=trillions). Eso es igual a la paga de 50 millones de trabajadores haciendo menos de $25,000 al año por ocho años.  

* En 1995 la paga y beneficios de los jefes de las grandes empresas estadounidenses aumentaron 30%, mientras que la inflación fue de 3% y los salarios de la clase trabajadora subieron un mísero 1%.

* De 1980 a 1995 la paga de los jefes aumentó 499%. Durante el mismo período el costo de vida subió 85% y los salarios de los trabajadores subieron sólo 7%.

* En 1965 la diferencia promedio entre el salario de los jefes y los trabajadores en Estados Unidos era de 44 a 1. Para el año pasado, esa diferencia había aumentado a 212 a 1.

 

 

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