El militarismo continúa su marcha en Puerto Rico. La construcción en Vieques y Juana Díaz del radar "antidrogas" de
la marina de guerra y la instalación del Ejército Sur en el fuerte Buchanan en Guaynabo, proceden a pesar de las
protestas.
El radar
El doctor Juan Rosario, portavoz del Comité Juanadino Pro Calidad de Vida, informó a CLARIDAD que la estrategia de
oposición al radar del grupo consiste de tres elementos: participación en vistas públicas, litigación en los tribunales y
cabildeo en Wáshington DC.
En cuanto al segundo punto, los oponentes del radar llevaron un caso a los tribunales para detenerlo, y actualmente se
encuentra en el tribunal apelativo. Juan Rosario, ambientalista de San Lorenzo y portavoz de Misión Industrial, advierte
que el caso podría quedarse ahí por meses y que podría ocurrir como con el Superacueducto, caso en el que el
Tribunal Supremo hizo su decisión cuando la construcción del controversial proyecto ya estaba prácticamente
terminada.
En cuanto al cabildeo, Rosario de Juana Díaz viajó a Wáshington el año pasado como parte de una delegación
puertorriqueña que se reunió con funcionarios federales y con los congresistas boricuas Luis Gutiérrez y José Serrano.
Los oponentes del radar les están exhortando a las autoridades federales pertinentes a detener la construcción del
mismo por lo menos hasta que el tribunal apelativo de Puerto Rico emita un fallo en el caso.
El ambientalista juanadino expresó decepción con el congresista Gutiérrez, quien hasta ahora no ha hecho nada
concreto por ayudar en la lucha contra el radar. Sin embargo, el congresista Serrano es el único que ha dado apoyo
concreto y público a la causa, nos dijo el doctor de Juana Díaz. La congresista Velazquez ni siquiera se dignó en
reunirse con ellos.
Rosario también planteó que la campaña contra el radar está perdiendo ímpetu entre sus compueblanos de Juana Díaz
y que la apatía ha estado ganando terreno en la comunidad en los últimos dos años.
El portavoz de Misión Industrial enfatiza que es absolutamente vital el organizar las comunidades de Juana Díaz y
Vieques si se va a ganar la lucha, pero sin menospreciar o descuidar otros frentes de batalla, como las vistas públicas,
los tribunales y el cabildeo. "¿Hablar con un congresista en Wáshington y no con los vecinos de los barrios
adyacentes al fuerte Allen? Hace falta organizar las comunidades porque uno puede ir a vistas públicas con los
mejores científicos y presentar los mejores argumentos, pero si la gente no apoya a uno, la lucha no va para ningún
lado".
El Ejército Sur
Por otro lado, el Ejército Sur ya comenzó su mudanza al fuerte Buchanan. Fuentes en la Unión de Tronquistas, la cual
representa trabajadores de transportación, incluyendo camioneros, informaron a este semanario que el tráfico de
vehículos pesados de carga al fuerte Buchanan ha aumentado considerablemente en las últimas semanas.
Al igual que con el radar de la marina, la instalación del Ejército Sur también tiene un ángulo ambiental. El
Departamento de Defensa realizó una evaluación ambiental del traslado de esa facilidad de Panamá a Puerto Rico y
determinó que no tendrá un impacto ambiental significativo. Por lo tanto, argumenta el Departamento, no hace falta una
declaración de impacto ambiental (DIA). Una DIA tiene requerimientos mucho más estrictos que una mera evaluación
ambiental, y además requiere vistas públicas.
"Es absolutamente necesario que se haga una DIA para el traslado del Ejército Sur hacia acá, ya que implica un
incremento en las actividades militares en Puerto Rico" planteó Rosario de Misión Industrial.
"El Ejército Sur tendrá un gran impacto sobre nuestro espacio marítimo, terrestre y aéreo, y pondrá una gran demanda
a nuestra infraestructura. Definitivamente que aumentarán las prácticas militares en Vieques como consecuencia. El
ejército no realizó vistas públicas ni consultó esto con nadie en Puerto Rico", señaló Wanda Colón, coordinadora del
Proyecto Caribeño de Justicia y Paz. Añadió Colón que "los beneficios económicos han sido exagerados. En realidad
el Ejército Sur no aportará a nuestra economía, porque los soldados harán sus compras en el PX y no en otro lado".
¿Qué hacer?
"Los sectores de la sociedad civil puertorriqueña se han enfrentado en los últimos seis años a unas condiciones de
lucha extraordinariamente adversas y desiguales. Esto lleva al desgaste y la necesidad urgente de una recomposición
organizativa de estas fuerzas", expresó a CLARIDAD Julio Muriente, portavoz del Nuevo Movimiento Independentista
(NMI). "Para enfrentar el militarismo no basta con reacciones inmediatas, como lo son los piquetes ocasionales. La
lucha se tiene que hacer permanentemente, no coyunturalmente."
El portavoz del NMI añadió que "La lucha contra el militarismo es más difícil que otras luchas del pueblo
puertorriqueño, ya que la presencia militar es parte integral de la relación colonial. Los Estados Unidos eventualmente
toleraron que usemos nuestro idioma, nuestra bandera y nuestro himno. Pero con la presencia militar Wáshington es
intransigente, ya que ésta es una de las principales razones por las que nos invadieron- lo mismo con las leyes de
cabotaje."
"Estamos dialogando con otras organizaciones con miras a formar coaliciones con sectores fuera del independentismo
y también vincular el militarismo con otros asuntos que nos afectan. A fin de cuentas, el incremento de la presencia
militar en Puerto Rico se da en servicio del modelo neoliberal", declaró Jorge Farinacci, portavoz del Frente Socialista.
"Para enfrentar esta amenza, tenemos un diálogo con el PIP para coordinar la lucha por Vieques y contra el
militarismo en general", planteó a CLARIDAD Héctor Pesquera, co-presidente del Congreso Nacional Hostosiano.
"Queremos establecer un Comité de Solidaridad con Vieques fuera de líneas partidistas. También es necesario formar
coaliciones con otros sectores, como el ambientalismo, y denunciar la situación de Puerto Rico a nivel internacional." |